lunes, 23 de abril de 2012

EL VINO MALVASÍA

El vino de malvasía naturalmente dulce de esta isla es un producto diferenciado. Tanto el cultivo de la vid como su elaboración y características organolépticas lo hacen distinto a los producidos en otros lugares.


 UN VINO SINGULAR
Nuestro malvasía tiene varias características que lo destacan. En primer lugar sus potentes aromas primarios que recuerdan a las frutas tropicales. En segundo lugar sus azúcares que en un 40% son fructosa y que se asemejan a los de frutos pasados al sol y a mieles y en tercer lugar su larguísimo retrogusto que puede alcanzar los 20 segundos. Para obtener este vino hay que recalcar que no se utilizan alcoholes, mostos concentrados o azúcares de ningún tipo ni tampoco concentradores de mosto. Es un producto genuinamente natural como corresponde a su categoría de vino naturalmente dulce con sabor aromático, es decir, con una justa correspondencia entre aromas y paladar. Este vino así obtenido ha sido elogiado como tesoro enológico mundial, la ambrosía de los vinos, un vino de primor o un vino especial para ocasiones especiales. También se dice que cuando se firmó el acta de independencia de EE.UU. se brindó con tres vinos: un oporto, un madeira y un malvasía dulce palmero.

 HISTORIA
Las parras de malvasía llegan a la Palma procedentes de la vecina isla de Madeira en torno al año 1.500.Así lo dice la tradición oral, puesto que las fuentes documentales fueron destruidas en el incendio de las casas consistoriales de S/C de La Palma, que provocó el pirata francés Pata de Palo en el año 1.553. Esta viña tan singular se aclimató en el paraje de Los LLanos Negros en el término municipal de Fuencaliente, que fue transformado por la erupción del volcan de S. Antonio acaecida en el año 1.677. La variedad que también la tradición denomina como "malvasía blanca fina" es la que produce el afamado vino que es un auténtico tesoro del patrimonio vitivinícola palmero. El malvasía de La Palma ha sido ensalzado con diferentes elogios, como joya vitivinícola mundial, la ambrosía de los vinos y como un vino muy especial para ocasiones muy especiales. Se dice que cuando se firmó el acta de la independencia de los E.E.U.U. se brindó con tres vinos: un oporto, un madeira y un malvasía palmero. Los barcos de vela que hicieron la travesía desde S/C de La Palma hasta la Habana, hacían el viaje de retorno pasando por el puerto de Everglades en el estado de La Florida y era frecuente que descargaran vino para el mercado norteamericano y cargaran productos diversos para el mercado insular. Las pipas de Virginia (roble americano) las hacían nuestros toneleros con "vitolas" que venían aserradas y amarradas en flejes en las cubiertas de los barcos veleros.
  EL ARTE DE LA PISA
¿Por qué la utilización del lagar? Es simplemente la continuación de la mano del hombre en un producto de primor como es el malvasía naturalmente dulce. De alguna manera es la transmisión de nuestras energías positivas a un cuerpo vivo como es el mosto. El pisar es un arte, pues consiste en mover los pies de una forma rítmica y pausada con tres movimientos diferentes que se denominan patullar, calcar y remoler. Previamente a la pisa los 2 hombres que suelen hacer esta labor se someten al rito del lavado de los pies y su trabajo para procesar 1.300 Kg de uvas comienza a las 7 de la mañana y termina a las 2 de la tarde. Se hacen tres prensadas y el último pie continua escurriendo toda la noche hasta la mañana siguiente. VI. La fermentación No se utiliza ningún tipo de levaduras seleccionadas sino las que traen los racimos desde el viñedo. Las fermentaciones se realizan con temperatura controlada de 17 ó 18 ºC en depósitos de acero inoxidable y terminan de forma natural cuando se alcanzan como mínimo 45 gr. de azúcares por litro. Es un proceso que suele durar entre 10 y 15 días. Son fermentaciones bastante delicadas a las que se hace un seguimiento exhaustivo, procurando siempre que las levaduras completen su ciclo vital en las mejores condiciones posibles.

domingo, 22 de abril de 2012

¡ESPECIAL NAVIDEÑO!

Desde hace mas de 50 años, cada Navidad, un grupo de hombres preparan en la iglesia el camino hasta la Nochebuena

Los Divinos de San Francisco 
 El día 15 de diciembre, los Divinos comienzan a amenizar con sus villancicos las siguientes 9 misas, llamadas "de Luz". Estas representan los 9 meses de embarazo en los que la Virgen esperó al Niño. Son llamadas "de Luz" pues en el pasado se celebraban al amanecer, y los feligreses tenían que llevar una luz para iluminar su camino hasta la iglesia.
Durante esos días, los Divinos dejan por la noche sus casas y se privan de dormir para ir cantando por todos los recovecos de la ciudad villancicos. Como pago, solo piden algo de comer y una bebida caliente. 

¿Quién no ha sido despertado por una rondalla de Divinos en medio de la noche? 
El día 18, cantando desde cada rincón de la ciudad, se encuentran en la Plaza de España todas las rondallas de S/C de La Palma. Bajo el ayundamiento comparten sus villancicos mientras, en la plaza, sus acompañantes disfrutan de churros con chocolate en esa fría mañana de diciembre. 
ROPA DE MAGO
La mujer palmera rodeaba su cara con la gasa o toca al más puro estilo medieval, cubriéndose con montera de lana de varios tipos, sombrerillo de fibra vegetal o sombrero de fieltro de copa alta y ala grande, según las ocasiones. La camisa solía ir guarnecida en los puños con bordados en realce de color blanco. Usaban [[saya]]s de lana de colores lisos y sobrios o las de seda, color grana, para las fiestas. Las enaguas de lienzo iban guarnecidas en el bajo ruedo con bordados negros a punto de cruz.

El hombre usaba la montera de capa o embozar, realizadas en lana. Sombreros de palma, y en las ocasiones especiales de fieltro negro. Otra prenda muy usada para las faenas eran los zamarrones (mandiles de lino o cuero). La anguarina (especie arcaica de abrigo) se mantuvo en uso hasta finales del siglo XIX, llevada como prenda de abrigo y de ocasiones especiales.

 

sábado, 21 de abril de 2012

EL CORPUS CHRISTI

 VILLA DE MAZO
ImageEntre mayo y junio se celebra cada año en la Villa de Mazo el Corpus Christi, el gran acontecimiento que combina el fervor religioso y la expresión artística y artesanal de sus vecinos. El origen de esta festividad proviene de una antigua tradición de época renacentista en la que se utilizaban los altares, arcos y carros triunfales en las celebraciones que tenían lugar. Caracterizado desde 1.873 por la confección de alfombras, pasillos y la decoración de altares, las estructuras del Corpus Christi experimentaron modificaciones a partir de 1.950 en su construcción, diseño, estilos y temática, constituyéndose gracias al ingenio y a la inventiva del pueblo macense en una fuente inagotable de recursos artesanos y artísticos para deleite y disfrute de todo el que lo visita, mérito que le ha valido su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Gracias a su valor artístico y simbólico, el Corpus de la Villa de Mazo es un poderoso foco de atracción con un rico contenido de elementos visuales y escenográficos que responden a la representación de motivos relacionados con el sacramento de la Eucaristía. El Santísimo se multiplica en su paso por el pasillo alfombrado en sagrarios y custodias, cruces y candelabros, estandartes y jarrones, haciéndose presente en palomas y pavos reales, cisnes y gaviotas, peces y corderos. Se representa también la imagen de San Blas o de San Lorenzo y de la Virgen de las Nieves, patrona insular y alcaldesa perpetua del municipio. Con todos estos recursos se forma el tejido floral que personifica la imagen divina en la estampa de pasillos, alfombras, descansos y tapices, en una amplia manifestación museística al aire libre que ofrece una extraordinaria muestra de arte sacro a lo largo de las calzadas de piedra, cuya pendiente se ve dignificada por la presencia de estas creaciones efímeras que honran el misterio sacramental

miércoles, 18 de abril de 2012

¡ESPECIAL SEMANA SANTA!

Considerada como una de las más bellas y elegantes del Archipiélago Canario, nuestra Semana Santa, hecho sociocultural de primer orden, es de las únicas que guardan escrupulosamente la sucesión cronológica de acontecimientos de la Pasión y Muerte de Cristo. Así pues, los pasos que van desfilando por sus calles, van mostrando los sucesos como los cuentan las Sagradas Escrituras, y siempre por ese orden.

 VIA CRUCIS 
                        
Las procesiones comienzan con los Via Crucis la semana anterior a la llamada Semana Santa.

 VIERNES DE DOLORES 

El Viernes de Dolores tienen lugar las procesiones de La Dolorosa como antesala de la Semana Santa.


 DOMINGO DE RAMOS 

Comenzamos el Domingo de Ramos con la Entrada de Jesús en Jerusalén. Desde la ermita de Ntra. Sra. de La Luz y de San Telmo sale el popularmente conocido como el Señor del Burrito.
Es el más alegre de los pasos procesionales. Lo preceden cientos de niños acompañados de sus familias, agitando los palmitos y ramos de olivos mientras cantan jubilosos por las empedradas calles y cuestas de la capital hasta llegar a la Parroquia Matriz de El Salvador.

Otras procesiones se suceden en otras parroquias de la ciudad, pero sin imágenes.
Ya por la noche, y siguiendo la narración de la Biblia, sale en procesión, desde San Francisco de Asís, el magnífico Cristo del Huerto.
Recordemos que todos los tronos de Santa Cruz de La Palma son cargados a hombros por cofrades encapuchados. Las andas son muy pesadas y la mayoría de los itinerarios recorren cuestas y calles empedradas resbaladizas.


La Cofradía de Nuestro Señor del Huerto, creada en 1987, se cubre con hábito rojo granate y capuchón beige, con cíngulo de soga de esparto.





 LUNES SANTO 

El Lunes Santo procesiona el elegante y precioso Cristo del Perdón. Sale en el mismo trono dorado junto con San Pedro Llorando y un pedestal con el gallo.

 MARTES SANTO a

Por la noche, la puerta grande de la iglesia del antiguo convento de San Miguel de las Victorias, se abre para dar paso a la imagen del Cristo de La Columna. Es acompañado por la Cofradía de Cristo Preso y las Lágrimas de San Pedro y, tras su trono, la talla de Ntra. Sra. de la Esperanza.
En la procesión también participa la Cofradía homónima de la Virgen.
Esta procesión recorre un largo itinerario por el casco antiguo y alto de la ciudad para luego bajar la escalinata de la Cuesta Matías hacia la Calle Real.


 MIÉRCOLES SANTO 

El Miércoles Santo es muy denso en cuanto a horas de procesión.
El Nazareno sale en procesión desde Santo Domingo acompañado de la Cofradía del Santo Encuentro y Las Lágrimas de San Pedro.
Unos minutos más tarde sale otra procesión de la misma iglesia, con diferente recorrido, con las imágenes de San Juan Evangelista (conocido por San Juanito el Alcahuete) y la Magna, una preciosa Dolorosa, una de las más hermosas Vírgenes de Canarias.





El llamado Punto en la Plaza consiste en lo siguiente: El Nazareno se sitúa en la Plaza de España, tras recorrer hacia arriba la Calle Real. Allí es localizado por San Juan. Éste se aproxima y hace tres reverencias. Rápidamente es trasladado hacia el sitio donde aguarda la Virgen (en El Puente). La carrera de San Juanito es tal, que algún año se le ha caído flores, velas e incluso su corona, ante la admiración de los presentes. Por eso es llamado El Alcahuete: va corriendo a contar a la Virgen lo que ha visto y a quién ha visto. Luego regresa con la Dolorosa al encuentro de Jesús. Se forma un pasillo de capuchinos con capas de varios colores (es la única cofradía mixta de Santa Cruz) y se produce el Encuentro.
Esta procesión, sin embargo, mantiene viva la costumbre de visitar más de un templo. Así, tras el encuentro, entran en El Salvador, donde se celebra una Eucaristía solemne y, varias horas más tarde, visitan el Hospital de Dolores.

Otro encuentro se produce por la noche. Esta vez con otras imágenes que salen desde San Francisco: La venerada talla del Señor de la Caída, siendo sobrecogedora su expresión, su mirada de cristal, su boca entreabierta… un acabado formidable. Es una de las imágenes más importantes de la Semana Santa canaria.
También La Dolorosa de la Venerable Orden Tercera.
El San Juan Evangelista que también desfila esa noche con sus vestiduras de terciopelo verde y rojo.
Por último, la imagen de La Verónica es acompañada por la Cofradía de los Niños y Niñas de Hosanna con otro itinerario diferente para que así se produzca su encuentro con el Cristo en la Cruz del Tercero (La Alameda) entre el silencio de la multitud. Cuando La Verónica se inclina sobre el Señor de la Caída, un cofrade manipula la cuerda que hace dar la vuelta al paño blanco que porta la imagen y aparece la cara de Jesús, como si al haberle enjugado el sudor, se hubiera quedado impresa en sangre.






 JUEVES SANTO 
Es el día del Señor de la Piedra Fría, llamado El Señor de La Palma, la imagen más antigua de Canarias. Es del siglo XVI y es una de las tallas más querida de toda la Isla.
Todas las cofradías de San Francisco la acompañan.
Una valiosa imagen de La Virgen de la Soledad pone el broche de oro a la procesión.

 VIERNES SANTO 
Comienzan los actos del Viernes Santo con el Vía Crucis Procesional del Stmo. Cristo de las Siete Palabras,  siendo portado sin andas por los capuchinos del Santo Sepulcro, de Cristo Preso y Lágrimas de San Pedro, y con la compañía de las Cofradías de La Esperanza y de Los Siete Dolores.

Más tarde, La Virgen de Los Dolores, de riguroso manto de terciopelo negro y en pequeño trono adornado de calas blancas, asciende la pendiente que separa las iglesias de Ntra. Sra. de La Encarnación y la del Planto, desde donde había bajado el Viernes de Dolores.

A las once de la mañana retumban de nuevo los tambores y cornetas anunciando la salida del magistral Calvario desde San Francisco.
El Crucificado es acompañado en el mismo gran trono magníficamente decorado por otras dos tallas de tamaño natural: una Sta. María Magdalena y San Juan Evangelista.
En otras andas, con una gran mandorla dorada, la sobrecogedora talla de Ntra. Sra. de la Soledad.


Al mediodía sale la talla flamenca de Ntra. Sra de la Piedad desde la iglesia del Hospital de Dolores. Se forma entonces dos filas de sillas de ruedas y alguna que otra camilla, flanqueando el camino por el que pasará la Virgen tras su salida del templo.


La Magna Procesión del Santo Entierro pone punto y final a las procesiones de Semana Santa en la capital palmera. El Cristo del Clavo es transportado sobre unas magníficas andas de plata muy pesadas. Se une a esta procesión, la misma imagen de La Magdalena que desfiló por la mañana con el Calvario de San Francisco, desde donde la acompañaron la nueva Cofradía de La Piedad y una representación de todos los cofrades de dicha Parroquia. Previamente desfilaron por las callejuelas empedradas y pendientes que separan Santo Domingo y la Parroquia Matriz, las imágenes de La Magna y San Juan Evangelista.
También acompañan los Santos Varones.
En el año 2011 se recuperó un paso que hacía años que había dejado de procesionar. Es el llamado “Las tres Marías” o el de las “Santas Mujeres”





Tras la entrada en el suntuoso templo de El Salvador, comienza la solemne ceremonia del Entierro de Cristo. Los cofrades del Santo Sepulcro portan a hombros la efigie de Jesús, tras haber sido descendido de su trono de terciopelo y plata y, tras una procesión por el interior de la iglesia se procede al enterramiento. Cuando los capuchinos cierran la tapa del sepulcro con gran estrépito, absolutamente todas las luces del templo se apagan. Tras esta ceremonia comienzan las procesiones del retiro: cada imagen a su templo, ya sin música y en total silencio.

¡Feliz Semana Santa a todos! ¡Disfruten de sus vacaciones!

domingo, 15 de abril de 2012

Artesanías en La Palma

TRADICIÓN ARTESANA

La tradición artesana en la Isla se remonta en al período prehispánico, conocimientos y técnicas trasmitidas de padres a hijos, de orígenes diversos, una mezcla herencia de antiguos pobladores y emigrantes provenientes de lugares diversos como Portugal o el Norte de Europa, que aportan riqueza y peculiaridad a nuestra artesanía.
Los materiales usados tradicionalmente eran los recursos naturales de la zona, arcilla roja, maderas como la tea, muy apreciada por su resistencia a la putrefacción y otras como el barbuzano, la sabina o el til, para la fabricación de muebles, aperos agrícolas o la carpintería de las viviendas; además de fibras de origen vegetal o animal para la elaboración de textiles y objetos de uso cotidiano.
Gran parte de la actividad artesana se desarrolló paralelamente a las labores agrícolas. Estos oficios tradicionales conviven hoy en nuestro municipio, con nuevas artesanías dando lugar a un amplio abanico de oficios vivos. De origen prehispánico, del trabajo con la arcilla dan buena muestra los numerosos yacimientos arqueológicos encontrados de la popular cerámica negra. Junto a la realización de réplicas aborígenes encontramos la alfarería popular de tipo utilitaria, que se sigue fabricando para su uso en la elaboración de platos de la cocina tradicional o como elemento decorativo.

También se han encontrado restos de objetos elaborados con fibras vegetales en yacimientos arqueológicos. Hoy se elabora cestería de materiales diversos, palma, colmo, mimbre.
De la madera , carpinteros, ebanistas y carpinteros de ribera se encargaban de la carpintería de viviendas, muebles, hermosos artesonados y de barcos, el único medio de transporte que hacía posible el intercambio con el resto del mundo.

El trabajo con metales es uno de los que cuenta con menos representantes en la actualidad. Aunque era menos común, se utilizaba para la obtención de cuchillos, rejas, herraduras, azadas y otras herramientas. No podemos olvidar el peculiar oficio de latonero, ingeniosos artesanos que transformaban las latas de aceite y conserva en objetos de uso cotidiano, vasos, regaderas, faroles, etc. Destacan también los laboriosos trabajos de orfebrería.
De los oficios tradicionales, es el bordado el que cuenta en la actualidad con mayor número de artesanas. Su importancia en la historia de la Isla se remonta al s. XVI, época en la que fue una importante fuente de ingresos con la que las mujeres colaboraban en la economía familiar. Técnicas variadas como el rechi , el punto perdido y el punto antiguo hacen que el bordado muestre piezas de una riqueza decorativa excepcional.

En telares que aún se encuentran en algunos hogares se elaboraban textiles de lino, lana o seda y posteriormente también algodón. Son características las denominadas traperas , realizadas con retales reciclados, que se usaban para elaborar mantas, mochilas o alfombras, aún en la actualidad.
Otro de los oficios artesanos que está vigente en Breña Alta, es el de la elaboración de tabaco , siendo este municipio el lugar donde se elabora la mayor parte de la producción de La Palma. Esta tradición, que tiene su origen en el siglo XIX, con el retorno de los emigrantes llegados de Cuba, ha dado fama a la Isla como uno de los productores de tabaco artesanal de mayor calidad a nivel mundial.

 

  LA SEDA

Mariposas milenarias
El municipio de El Paso ha conservado el ciclo completo de esta ancestral artesanía textil, única en Europa. A diferencia de otros muchos lugares, aquí el trabajo no se limita a la decoración final del tejido, sino que empieza desde el nacimiento de los gusanos que producen la apreciada fibra. Se trata de un proceso muy laborioso, en el que intervienen más de media docena de personas y que dura semanas.

1. La cría de los gusanos
La primavera marca el inicio del ciclo vital de la mariposa nocturna Bombyx mori , cuyas larvas producen el milagro. Los huevos que se utilizan en cada temporada son los recogidos durante el año anterior, ya que hibernan de forma natural durante 300 días al año. Cuando nacen, los gusanos sólo comen hojas de moral, recolectadas diariamente en las zonas agrícolas del municipio. Cada una de ellas debe ser troceada a mano para facilitar la digestión de las larvas, que sólo pueden morderlas por el borde. Esta fase dura unos 38 días y los recién nacidos deben ser cuidados con esmero, de forma que se mantengan siempre en condiciones óptimas de higiene, humedad y temperatura.
Transcurrido ese tiempomismo en un capullo por lo general blanco, del que se extraerán las fibras de la seda. Aunque para la mayoría de gusanos acaba aquí el proceso, los artesanos dejan evolucionar una parte hasta que salen de la crisálida y se convierten en mariposa. La divina , como así la llaman, vive sólo durante cinco días pero deja entre 400 y 500 huevos en herencia para la próxima generación.

2. La extracción y manipulación de la seda
La sedera , tradicionalmente una mujer, introduce los capullos en agua caliente, que debe estar siempre a punto de hervir. La temperatura del barreño se debe mantener a raya con incorporaciones periódicas de agua fría, ya que si superase el punto de ebullición podría dañarse el tejido. Para revolverlos, la sederautiliza un ramillete de hojas seca de brezo, que va manipulando hasta conseguir un primer hilo. Ahí entra en juego la hebrera, cuyo papel es impedir que la fibra se corte y alimentar el torno, que la tornerava girando trabajosamente a golpes de manivela. Nada se desperdicia en este proceso, ya que las crisálidas muertas sirven de alimento a las gallinas y el hilo desechado se usa para atar la madeja.
La fibra así obtenida se desmonta, se tensa y se almacena, pero no es ni mucho menos la que se va a usar luego en el telar. Muy al contrario, habrá de seguir un largo proceso en el que se deshilvana y se vuelve a hilvanar varias veces más. Tanto es así que este primer hilo tendrá que ser aún lavado, secado, revisado, torcido, planchado y pasado a los cañones, que son los trozos de caña adaptados para almacenarlo. Previo al tejido final, también hay que decidir qué madejas han de teñirse, pues aunque la mayor parte de la seda se deja en su color natural, hacen falta tonos de contraste para la decoración de la pieza. Como en el resto del proceso, los tintes utilizados son naturales y provienen de hongos, animales o plantas. Finalmente, tras urdir la seda por última vez, es el momento de pasar al telar.


 
 3. El tejido
Esta es la última fase de un proceso en el que intervienen más de media docena de personas, aunque a menudo es la única que conoce el cliente final. Durante la misma se utiliza un telar de pedal, idéntico al introducido por los conquistadores castellanos durante el siglo XVI. La rudimentaria máquina está hecha principalmente de madera e incorpora un número variable de cañones . Según lo requiera el diseño de la pieza, la tejedora debe ir interrumpiendo o alimentando el caudal de hilo, que va compactando de hilera en hilera hasta conseguir ese tejido brillante, ligero y sofisticado que todos conocemos. A partir de aquí es el turno de las costureras, que a menudo rematarán el trabajo con bordados hechos a mano.



 
 LOS BORDADOS

Los bordados no sólo duermen el dulce sueño de la nostalgia, sino que constituyen uno de los apartados fundamentales de la producción artesana palmera, con sus aplicaciones en la indumentaria tradicional, mantelería, ornamentos sacros, ajuares... La aguja, con finos hilos, revolotea en certeras puntadas sobre la tela, mientras el dedil de cuero, como un escudo, protege el dedo de las posibles picadas de la aguja de la mujer palmera.

El más frecuente entre el repertorio de los bordados tradicionales palmeros es el llamado rechilieu -conocido en La Palma- como rechi, que convive con las técnicas del realce y los puntos perdidos. Realizado generalmente sobre tela blanca o beige, el rechi se caracteriza por sus presillas o festones, unidos entre sí por otras presillas en el aire que, una vez recortada la pieza, dotan a la pieza resultante de una elegancia inconfundible propia de las cortes europeas del barroco.

 


En realce se bordan motivos en relieve, con puntos derechos u oblicuos, perpendiculares a los puntos de relleno; se emplea en el bordado de flores, hojas y letras iniciales. Por lo que respecta al punto perdido, se realiza a base de puntadas superpuestas que producen, con la intensidad del color del hilo, diferentes matizados en motivos preferentemente florales.


 El borde -como popularmente se conoce en La Palma- ha significado, durante décadas, una importante fuente de ingresos para las familias más humildes. En 1945, según señalaba Félix Poggio, más de veinte mil mujeres, de un total en la isla de unos sesenta mil habitantes, se dedicaban a estas labores.
De todos los sectores artesanos, éste sigue siendo el más productivo, lo que ha llevado al establecimiento en La Palma de casas o agencias que cisnan ('dibujan') la tela, la reparten con las madejas entre las bordadoras para luego, una vez realizado el trabajo, recoger las labores, preparándolas para la venta local y la exportación, fundamentalmente a la Península y en otros tiempos a Cuba, Gran Bretaña y Estados Unidos.
De viejo le viene a las palmeras el enriquecer el ajuar doméstico e indumentaria con ricos y apreciados bordados. En el siglo XVI, el viajero portugués Gaspar Frutuoso decía de las mujeres luso-palmeras que bordaban bien: camisas, pespuntan jubones, bordan almohadas y hacen obras de red muy costosas.


 


 LA CESTERÍA

La cestería es la actividad artesana más primitiva, anterior incluso a la alfarería. En los yacimientos arqueológicos, aparecen vestigios de materiales vegetales entrelazados o tejidos. En algunos estudios se pone en evidencia que el hombre utilizó las técnicas de la cestería para desarrollar y levantar una pieza de barro. Hoy en día, la cestería tradicional se ha convertido en un bellísimo objeto de decoración, aunque también es frecuente encontrar en el medio rural de La Palma estos elegantes y bien terminados útiles de la historia económica de la isla.
El oficio de cestero -antiguamente en manos masculinas, aunque poco a poco se ha ido incorporando en su elaboración la mujer- se ha transmitido de padres a hijos, dedicándose a él familias enteras. Para recolectar los materiales y lograr una vara adecuada se tiene en cuenta el estado de la roza ('plantación donde crece') y el menguante de la luna.



Durante el verano se recoge el colmo. La zarza, por el contrario, hay que recolectarla en el menguante de abril, mayo y junio para que sea más resistente; tiene una sección poligonal de cinco caras, de cada una de las cuales se obtiene una cinta que, a su vez, puede dividirse en dos.
La pieza más característica de la cestería palmera es el balayo, que da nombre genérico a toda la producción elaborada con colmo y zarza, de fondo redondo y urdido en espiral; para ello se emplean rollos de colmo cosidos con cintas de zarza. Sus paredes son cóncavas, con una abertura mayor o menor en su parte superior. El palmero José Pérez Vidal, primer Premio Canarias (1984), afirmaba rotundamente el indiscutible parentesco entre la balaya y el balayo de Canarias y cestos análogos de Portugal.
La cestería de colmo se basa exclusivamente en el uso del centeno, convenientemente tratado para la elaboración de objetos delicados, frágiles y elegantes. Los más comunes son los costureros, las canastillas, los cestos decorativos y los pequeños recipientes de auténtica filigrana; se realizan a partir de escudos, bichos ('trenzas'), fondos y tapas. Sobre un armazón de pírgano se unen las pajas en paralelo -constituyendo una especie de tapa de forma poligonal-, que van conformando el cesto. A estas uniones se superponen los rollos, que son los que proporcionan el acabado. Los trabajos de empleita de colmo ('cinta trenzada') se destinan preferentemente a la confección del sombrero tradicional. En su momento, Pérez Vidal desveló la procedencia gallego-portuguesa de la voz colmo, por lo que nos es de extrañar que el origen de algunos de los elementos de la cestería palmera proceda de Portugal. 



 EL TABACO
Aromas del Caribe
El tabaco palmero es, con justicia, considerado entre los mejores del mundo. Las primeras plantaciones comerciales fueron sembradas a mediados del siglo XIX por emigrantes retornados a la isla desde Cuba.

1. Historia del cultivo
La producción industrial de cigarrillos despegó de forma espectacular en 1923, con la instalación en el municipio de El Paso de la fábrica de Pedro Capote, que a los cinco años de abrir ya dispuso de una revolucionaria máquina de liar. En 1972, la multinacional RJ Reynolds adquirió la propiedad, que pasó de su antiguo edificio junto a la iglesia de Nuestra Señora de Bonanza a la nueva zona industrial en las afueras de la ciudad. Japan Tobacco International (JTI) fue la última propietaria de las instalaciones, que finalmente cerraron en 2000 como parte de una reestructuración internacional del grupo.
Este importante revés económico para el municipio no significó, por el contrario, el final de las plantaciones artesanales de tabaco. La hoja palmera sigue sembrándose hoy en día y con ella siguen elaborándose puros de extraordinaria calidad. La mayor parte de la producción se ha trasladado no obstante al otro lado de la isla, y concretamente al municipio de Breña Alta (aunque también hay plantaciones en El Paso, Breña Baja, Santa Cruz de La Palma , Villa de Mazo e incluso en las inmediaciones del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente).



 2. De la planta al secadero
La planta del tabaco (Nicotiana tabacum) es particularmente exigente. Para empezar, debe sembrarse a unos 250 metros sobre el nivel del mar, en una zona que debe ser cálida pero alejada de la costa, para poder evitar los efectos nocivos de lamaresía. Al tratarse de un cultivo de crecimiento rápido y ciclo corto, demanda grandes cantidades de nutrientes, además de un importante aporte hídrico. Y por si la cosa no fuera ya lo suficientemente complicada, es muy sensible a un amplio abanico de enfermedades, como virus, artrópodos, gusanos, mohos y babosas.
Pero ni siquiera las plantas sanas garantizan por sí solas una buena producción de tabaco, porque además es necesario que sus hojas tengan las características adecuadas de longitud y grosor. Una de las claves es acertar con el proceso dedesbotonado, que consiste en arrancarle su inflorescencia para evitar que se espigue e interrumpa la producción de follaje. En las plantaciones intensivas del resto del mundo se utilizan inhibidores químicos para lograrlo, pero las exigencias de calidad del tabaco palmero demandan un tratamiento manual, en el que los brotes se arrancan uno a uno y con la mano. El periodo de recolección, justo premio a este laborioso proceso, comienza en mayo y acaba antes de los primeros fríos, durante los meses de septiembre y octubre.


Si la cosecha ha sido óptima, a cada planta adulta se le habrán podido sacar entre 35 y 40 hojas, que se arrancan también manualmente y pasan a la fase de secado. Para ello se cosen de tres en tres y se encaran por el haz, disponiéndolas horizontalmente sobre cujes o palos horizontales. Tampoco aquí se utilizan hornos para acelerar el proceso, sino que se deja al sol que marque su ritmo. Sólo el ojo experto del agricultor determina la posición y altura de los cujes, que debe irse ajustando casi diariamente en función de las condiciones meteorológicas y el ritmo de secado de cada vara. Al cabo de un mes, es hora de que el tabaco entre por fin en el chinchal (voz palmera que designa a la tabaquería y que acompañó a las semillas cubanas en su viaje desde el Caribe).


3. La elaboración de los puros
Los puros, palmeros y del resto del mundo, tienen dos partes claramente diferenciadas. La capa es la hoja externa, que debe ser impecable para darle una buena apariencia al conjunto. Y la tripa es el rollo interior de tabaco, cuya apariencia es menos importante pero de la que se valoran sus aromas y sabores.
El proceso de elaboración comienza por el despalado, que consiste en sacar la vena central a las hojas previamente humedecidas. A continuación se planchan durante una hora (con un humilde peso, que puede ser una piedra colocada sobre una tabla de madera) y se empieza a dar forma a la tripa. Además de tabaco palmero, en ella se introducen también hojas de Brasil, Cuba y Santo Domingo, que enriquecen los aromas sin desvirtuar su carácter. Todas se enrollan a mano y se introducen en un molde durante tres horas por cada lado, hasta que se consigue una forma perfectamente cilíndrica.
La última fase del proceso es el añadido de la capa, que debe incorporarse con extremo cuidado y en las condiciones adecuadas de humedad. La habilidad delchinchalero se mide en su capacidad para evitar que se noten las costuras, ya que debe adherirlo a la tripa con un pegamento artesanal a base de fécula de arroz. El artesano trabaja a mano sobre una tabla de madera, armado tan sólo de una cuchilla metálica que utiliza con precisión quirúrgica para extirpar los sobrantes. El corte final es para elcorazón, la parte en forma de gota invertida que servirá de boquilla.
Tras la incorporación de la vitola, los puros está listo para ser envuelto y puesto a la venta. Será su forma externa la que los defina como nuncios (grandes y gruesos), viuditas (pequeños y con rabito), panetelas(largos y delgados), peticetros (de tamaño medio),coronas (algo mayores), etc.